Cuando parecía que otro desastre se avecinaba en Dallas, la defensiva de los Cowboys (7-8) se convirtió en el factor clave para asegurar una apretada victoria de 26-24 sobre los Tampa Bay Buccaneers (8-7).
Una brillante jugada defensiva en los últimos minutos, donde recuperaron el balón de las manos de Rachaad White, apagó cualquier intento de remontada de los Bucs. Con esta derrota, Tampa Bay cedió el liderato de la NFC Sur a falta de solo dos juegos en la temporada regular.
El panorama se complica para los dirigidos por Todd Bowles, ya que su pase a los playoffs ya no depende de ellos. Ahora necesitan que los Atlanta Falcons pierdan al menos uno de sus dos encuentros restantes mientras ellos están obligados a ganar ambos si desean conquistar la NFC Sur y avanzar a la postemporada.
Los Cowboys pegaron primero con 10 puntos en el primer cuarto producto de un gol de campo de Brandon Aubrey y un touchdown de Jalen Tolbert. Los Buccaneers respondieron con una anotación terrestre por parte de Bucky Irving, pero Dallas estiraba una vez más la ventaja con otro gol de campo y otra anotación, esta vez de Ezekiel Elliott.
A falta de un minuto para llegar al descanso, Bayker Mayfield lograba poner el balón en las manos de Chase McLaughlin, quien estaba dentro de las diagonales. Sin embargo, dejaron un minuto en el reloj, lo suficiente para Cooper Rush acercara a su pateador y Aubrey respondía con un intento acertado de 58 yardas para ponerse 23-14.
En el tercer cuarto, ambos equipos sumaron un gol de campo, y no fue hasta que quedaba menos de tres minutos para terminar el encuentro cuando Buccaneers volvieron a presionar con una anotación de Ryan Miller.
Sin embargo, cuando la remontada parecía inminente, los Cowboys provocaron un balón suelto de Rachaad White, asegurando la posesión y con ello la victoria.
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