Al legendario Michael Phelps nunca le importó qué tan doloroso era el entrenamiento o cuán cansado estaba, él quería ser el mejor de la historia y trabajó con ahínco hasta alcanzar su objetivo.
“Es increíble ser el mejor; esto sólo demuestra que el trabajo duro tiene su recompensa. Tuve muchos problemas a lo largo de mi vida y fui capaz de regresar y usar mi mente -que es una cosa muy poderosa- para ser capaz de creer que puedo hacer todo lo que quiero y nunca rendirme”, platicó el legendario nadador en entrevista con RÉCORD.
“Hubo tiempos donde quise renunciar, momentos en los que me quise retirar, pero las metas que tenía me mantenían motivado a lo largo de mi carrera. Ojalá que haya niños allá afuera que estén soñando lo más grande que nadie haya hecho antes, que quieran hacer los sacrificios para trabajar lo más que puedan y tengan la oportunidad de hacer algo especial”, agregó.
Lo más complicado durante la trayectoria deportiva del deportista olímpico más laureado de la historia, con 28 medallas, fue su etapa de estudiante, tal y como recuerda.
“Era difícil porque no era un niño normal de preparatoria. Nadar 10 veces a la semana, antes de la escuela y después de la escuela, en sábado y domingo. No tuve la vida normal de preparatoria y de universidad, pero eso es algo que yo escogí.
“Escogí tener esos sacrificios porque quería hacer algo que nadie más había hecho antes y para mí eso es más emocionante que cualquier otra cosa.”, explicó el mejor nadador de la historia, quien enfatizó que no tuvo una vida perfecta, pero ha sido capaz de lograr todo lo que puso en su mente.