Brasil y Neymar decepcionan con empate contra Sudáfrica

Neymar se lamenta en juego contra Sudáfrica
Neymar se lamenta en juego contra Sudáfrica
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EFE
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| 04 Ago, 2016

Brasil y Neymar sacaron un decepcionante empate por 0-0 contra Sudáfrica en su debut en los Juegos Olímpicos de Río 2016, en un encuentro en el que tuvo ocasiones de gol, pero no las supo capitalizar. 

El guardameta Itumeleng Khune fue quien se convirtió en la figura del encuentro. La Canarinha olímpica lo intentó de todas formas para allanar el camino hacia la medalla de Oro que se insinúa pero se le resiste, como en 2012, cuando al Final terminó siendo de Plata.

Pero Sudáfrica, con un juego rocoso en defensa y agresivo, osado en ataque, jamás se intimidó con los nombres mediáticos del equipo anfitrión que tuvo al frente. Khune sostuvo al menos tres mano a mano con Neymar y en todos salió airoso.

Los sudafricanos se lucieron incluso al gestar la primera jugada de gol, muy temprano, a los dos minutos, y en el filo de los noventa se unieron en bloque para encararse con Neymar, que buscaba impresionar al árbitro español Antonio Mateu Lahoz.

El central mostró la cartulina roja al centrocampista Mothovi Mvala por una falta grosera sobre el lateral Zeca y los Bafana Bafana resistieron con diez hombres durante 31 minutos.

La inferioridad numérica lejos de debilitar a los sudafricanos, les obligó a compactar sus líneas de contención. Peor para las aspiraciones de los pupilos de Rogério Micale pues los espacios se redujeron aun más.

La primera maniobra ofensiva brasileña se produjo a los 28 minutos cuando Neymar recibió el balón desde la banda izquierda y, entre tres custodios, soltó el remate que el portero Khune desvió por encima del horizontal en vistoso vuelo.

Un minutos después el mismo brasileño y mismo sudafricano trabaron otro duelo con nuevo saldo favorable para el portero.

En el segundo tiempo Luan recibió en el área, pasó a Gabriel Jesús, el flamante fichaje del Manchester City, quien remató con la portería vacía, pero el larguero le devolvió el balón.

Neymar volvió a insistir pero para entonces Khune se sentía dueño del escenario. Los brasileños aplaudían resignados en las tribunas a los del equipo adversario que también viste de verde y amarillo.

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