Los grandes choques de la NFL fuera de Estados Unidos se viven en México. Es por eso que la cancha del Estadio Azteca tenía que estar a la altura y en perfectas condiciones para mantener vigentes los partidos de temporada regular de la mejor Liga del mundo de futbol americano.
Tras el vergonzoso incidente de 2018, cuando la cancha del Coloso de Santa Úrsula no cumplió con los estándares establecidos para albergar el juego que disputarían Kansas City Chiefs y Los Angeles Rams (que llegaban como líderes de sus respectivas divisiones y ambos con marca de 9-1), se cambió el pasto híbrido por césped natural.
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Y tal decisión ha dado resultados: RÉCORD constató que el césped está en óptimas condiciones para albergar el partido y que ya ha comenzado la transformación de la misma a emparrillado, incluso, ya se colocaron los postes que se ubican en las zonas de anotación de cada equipo.
De acuerdo con el director de NFL México, Arturo Olivé, desde principios de año hasta la fecha, hizo visitas semanales al inmueble para verificar que estuviera en óptimas condiciones con el objetivo de tener el mejor evento posible.
Este lunes, Chiefs y Los Angeles Chargers disputarán el segundo Monday Night que se vivirá en el Azteca, luego de que el 21 de noviembre de 2016 Oakland Raiders derrotaran 27-20 a Houston Texans, en el primer encuentro del lunes por la noche que se jugó fuera de territorio estadounidense y que significó el regreso a México de la NFL después de 11 años de ausencia.
El choque de los quaterbacks Philip Rivers, lider de yardas aéreas de la NFL en 2010, y Patrick Mahomes, Jugador Más Valioso de la campaña pasada, promete un juego electrizante.
Este será el décimo primer juego de la NFL que se celebre en la CDMX, el cuarto de temporada regular, el cual será especial, pues se llevará a cabo en marco de la temporada 100 de la Liga.
México busca reivindicarse para mantener la relación con NFL y darle más juegos de temporada regular a la afición más grande fuera de Estados Unidos.
