Independientemente de cómo se termine configurando la campaña de 2020 en medio de la pandemia, Dak Prescott la disputará con un contrato de un año bajo la etiqueta de jugador franquicia, después de que los Cowboys y el estelar quarterback no llegaron a un acuerdo de largo plazo.
Los equipos tenían hasta el miércoles en la tarde para llegar a un acuerdo multianual con jugadores que tuvieran etiqueta de franquicia. De los 14 con esa designación en marzo, dos llegaron a un acuerdo, incluyendo el líder de la campaña pasada en yardas por tierra Derrick Henry, quien pactó con Tennessee poco antes de que expirara el plazo.
Prescott firmó su contrato de 31.4 millones de dólares en junio. El Novato Ofensivo de la NFL en 2016 obtuvo poco más de 4 millones en total de su contrato de novato tras ser elegido en la cuarta ronda del Draft.
Los Cowboys y Prescott habían estado trabajando por más de un año en un contrato a largo plazo para el mariscal de campo, dos veces elegido al Pro Bowl, quien ha sido titular en todos los partidos que ha disputado en su carrera.
El dueño de Dallas, Jerry Jones, ha dicho en repetidas ocasiones que considera a Prescott el quarterback para el futuro del equipo.
Por el momento, el tercer contrato de más de 100 millones de dólares en la historia de Dallas —Romo tuvo el primero— tendrá que esperar hasta el 2021. Pero en ese año, los Cowboys podrían otorgarle otra vez la etiqueta de franquicia a Prescott por 38 millones de dólares.
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