La máxima prioridad de Andy Murray en el Abierto de Francia será relajarse. Después de más de siete horas y 10 sets de tenis en las primeras dos rondas, seguramente necesita descansar.
El escocés, segunda cabeza de serie, consiguió un agobiante triunf por 6-2, 2-6, 4-6, 6-2, 6-3 sobre Mathias Bourgue, un tenista francés de 22 años que ocupa el lugar 164 en el ránking mundial.
Murray ganó así en la segunda ronda un día después de haberse apuntado otra victoria en cinco sets en la primera de Roland Garros.
"Necesito irme a descansar. Han sido dos días muy duros", declaró el campeón de Wimbledon en 2013 y del US Open 2012. "Si pretendo llegar lejos en este torneo, no debo sostener tantos duelos como estos".
Murray, tres veces semifinalista en París, nunca había enlazado victorias en cinco sets en su carrera. Tuvo que remontar dos veces antes de vencer 3-6, 3-6, 6-0, 6-3, 7-5 a Radek Stepanek, el veterano checo de 37 años. Ese fue un partido que debió ser suspendido al oscurecer el lunes y que se completó el martes.
El británico se las verá ahora contra el croata Ivo Karlovic. El 27mo preclasificado sirvió 41 aces para doblegar al australiano Jordan Thompson por 6-7 (2), 6-3, 7-6 (3), 6-7 (4), 12-10 para convertirse, a sus 37 años, en el jugador más veterano que alcanza la tercera ronda de un Grand Slam desde Jimmy Connors en el US Open de 1991.