Cachorros de Chicago venció 8-7 a los Indios de Cleveland y conquistaron su primera Serie Mundial en 108 años.
El show comenzó en el primer turno de la noche, cuando Dexter Fowler conectó tremendo vuelacercas para abrir el marcador.
Pero la reacción de La Tribu llegó en la tercera entrada, cuando Carlos Santana pegó sencillo al derecho y Crisp llegó a la registradora.
Este batazo prendió al arsenal de Chicago, que con un elevado de Russell y un doblete de Contreras tomaron ventaja de 3-1 en patio ajeno.
Con el momento anímico de su lado, los Cubs se enracharon y también se hicieron presentes en el marcador en la quinta entrada, con un home run de Báez y un imparable de Rizzo que provocó otra anotación de Bryant.
Pero los 'fantasmas' de la novena azul aparecieron enseguida con un wild pitch. Lester lanzó al plato y Ross no controló el lanzamiento, situación que permitió marcar a Cleveland con Kipnis y Santana.
Sin embargo, 'el abuelo' de los Cubs no quería quedarse con la 'espina' y en su siguiente turno al bat conectó un palo de vuelta entera para aumentar la ventaja visitante.
Todo iba 'viento en popa' para Chicago hasta el octavo episodio. Chapman entró a la lomita y la suerte pareció tomar otro rumbo. En primera instancia, Guyer pegó doble para la llegada de Ramírez a home.
Acto seguido, Rajai Davis se voló la barda y despertó la 'maldición de la cabra' con el empate a seis para obligar a extra innings.
Tras un ligero retraso por la lluvia en el inmueble, el juego se reanudó y llegaron los héroes de la 'Ciudad de los Vientos'. Zobrist, MVP de la serie, y Montero pegaron los hits definitivos y dejaron el 8-6 en la pizarra de Progressive Field.
En el turno de los Indios, Davis volvió a aparecer con sencillo productor que acercó a los locales con dos outs en la cuenta, pero Martínez llegó a escena y no pudo empatar el partido para dejar el 8-7 inmortal.