El lleno nunca llegó al Fray Nano, pero eso no impidió que la afición gozara al máximo el segundo y último juego de la Mexico City Series, que devolvió la emoción de las Grandes Ligas a la capital del país.
Bajo el típico ambiente familiar que caracteriza al beisbol, miles de aficionados llegaron al parque de la Magdalena Mixhuca desde casi una hora previa al arranque del partido, pactado para las 13:00 horas.
Pese a los repetidos incidentes en busca de lugares de estacionamiento en las inmediaciones del inmueble, los seguidores del Rey de los Deportes mostraron el mejor de los ánimos desde su llegada al inmueble.
El clima también cooperó, y las enormes nubes que cubrieron el estadio desde muy temprano beneficiaron al espectáculo; dentro y fuera del diamante de juego, se respiró al deporte como hace mucho no ocurría.
Sólo 15 horas transcurrieron entre el primer y el segundo juego disputados por Padres y Astros, tiempo suficiente para que los fanáticos recargaran energías y regresaran al Fray Nano, sede de la esperanza beisbolera en una ciudad en busca de recuperar sus raíces deportivas.