Cachorros y Cardenales tendrán nueva 'lucha épica'
El año pasado esta fue la división más peleada de todas las Grandes Ligas, y todo apunta a que lo volverá a ser este 2016 con tres equipos que son favoritos, no sólo para llegar a la Postemporada, sino para luchar y ganar la Serie Mundial.
Cachorros de Chicago, Cardenales de San Luis y Piratas de Pittsburgh prometen volver a hacer más que entretenida la pelea por el banderín de la Central de la Liga Nacional, desde el primer día de acciones de la temporada.
Para la mayoría, los Cachorros son los favoritos para ganar la Mundial, y acabar su sequía de títulos de 108 años. Su poderosa alineación plagada de jóvenes talentos y una rotación que cuenta con el Cy Young, Jake Arrieta, son sus principales armas.
Pero no tan sólo eso, en la Pretemporada lograron arrabatarle a su principal rival, los Cardenales de San Luis, dos piezas claves, Jason Heyward y John Lackey, por lo que ya pegaron primero en la ‘guerra’ por el banderín.
Sin embargo, a pesar de esas dos bajas y pocas firmas que luzcan importantes, nunca se puede descartar a los Cardenales, un equipo acostumbrado a ganar y a ser protagonista los últimos años.
Además, este año contarán toda la temporada con Adam Wainwright, quien se perdió la campaña pasada por una lesión.
Con los Cardenales se encuentra el mexicano Jaime García, quien parece que finalmente está libre de lesiones y buscará tener toda una temporada completa de buenos resultados, sobre todo porque este es su último año de contrato antes de ir a la agencia libre.
El tercero en la ecuación es Pittsburgh, un equipo con menos presupuesto que sus dos rivales, pero que en los dos años pasados se las ingeniaron para llegar a Playoffs.
Tienen un núcleo de jugadores, encabezados por Andrew McCutchen, que ya están listos para dar el siguiente paso.
Los otros dos equipos de la división, Cerveceros de Milwaukee y Rojos de Cincinnati, serán meros espectadores, pues están en un proceso de reconstrucción total, sus cambios han sido para desprenderse de figuras y adquirir prospectos, por lo que no hay razón para que sus aficionados se entusiasmen.