Las peleas de caballos se han convertido en una extraña tradición en la región de Guangxi Zhuang, al sur de China.
Durante los feroces enfrentamientos, los pobladores realizan jugosas apuestas por su semental favorito; en ocasiones, los ganadores obtienen hasta 27 mil pesos.
A veces, las disputas entre los equinos son provocadas por los lugareños; en otras, los machos se pelean por una yegua en celo.
Sin embargo, en cada batalla, los caballos se golpean, embisten y muerden con el fin de someter a su rival.
Para los Miao, una minoría étnica, las peleas de caballos son una tradición milenaria.