Ni un vaso con agua, ni un susto, han podido curar de su hipo a Lisa Graves, una mujer británica que ha tenido este padecimiento durante ocho años consecutivos.
Por su constante hipo, la vida de Lisa ha cambiado y no puede frecuentar restaurantes o ir al cine; hasta el momento, los médicos no han podido determinar la causa.
Según el testimonio de Lisa, su hipo inició cuando quedó embarazada, en 2008. Desde esa fecha, la mujer ha intentado de todo para curarse, aunque sin éxito.