Un padre de Texas, acusado de robo por haber confiscado el celular de su hija de 12 años como un castigo, fue exonerado tras un litigio de tres años a causa de un delito menor.
Un juez en Dallas dictaminó que Ronald Jackson no era culpable ya que no se contaba con suficiente evidencia en su contra; sin embargo, nada le borrará el mal rato que pasó tras la denuncia.
La policía de Grand Prairie arrestó a Jackson pocas horas después de haber confiscado el celular de su hija y haberse negado a devolverlo. El padre de 36 años dijo que el texto que halló en el teléfono era grosero. La madre de la niña dijo que era la propietaria del celular y reportó la confiscación como robo.
Jackson pagó una fianza de 1,500 dólares para salir de la cárcel, pero después recibió un citatorio por correo por robo. El hombre se negó a pagar y llevó el caso a la corte, donde salió avante en contra del citatorio que involucraba a su hija, que ahora tiene 15 años.