El Solar Impulse II, el primer avión que funciona con energía solar, que despegó del aeropuerto de Lehigh Valley en Pensilvania, aterrizó sin problemas en el aeropuerto Jonh F. Kennedy, pero antes sobrevoló Manhattan, el puerto de Nueva York y la Estatua de la Libertad.
“Es absolutamente increíble”, dijo el piloto suizo André Borschberg desde el avión, cuando sobrevolaba la estatua iluminada para la ocasión. “Es un sueño”.
Las cámaras instaladas en un barco del puerto de Nueva York grabaron el avión, que tiene un peso similar a un coche grande y el tamaño de un Boeing 747, mientras sobrevolaba el puente de Verrazano, camino de la Estatua de la Libertad.
Terminar la travesía en esta estatua, “símbolo de la libertad de iniciativa, la libertad de innovar, es un momento muy importante para mí”, declaró el piloto cuando se acercaba al aeropuerto