Al comenzar a correr muchos aficionados o amigos pueden comentar los rumores que han escuchado sobre esta actividad pero éstos no son necesariamente ciertas.
A continuación, te presentamos y aclaramos las versiones más populares que se manejan actualmente en las pistas:
HABRÁ DOLOR DE CABALLO
MITO: Es provocado por beber muchos líquidos antes del entrenamiento, por respirar por la boca o por tomar mucha agua durante la carrera.
REALIDAD: Se presenta debido a que el organismo no maneja de manera adecuada el torrente sanguíneo que se almacena en el hígado. Generalmente se presenta cuando no se tiene un calentamiento óptimo.
SOLUCIÓN: Disminuye la velocidad de la zancada.
EL CHICLE ES UN ALIADO
MITO: Mascar chicle o chupar dulces refrescan tu entrenamiento o carrera.
REALIDAD: Los dulces no aportan una carga significativa de energía, mientras que las gomas de mascar generan contracción en los músculos de la boca, que pueden provocar tensión en el cuello.
SOLUCIÓN: Hidrátate con agua o bebidas isotónicas.
AFECTA A LAS RODILLAS
MITO: Al correr se afectan necesariamente las rodillas y los tobillos.
REALIDAD: Si bien la carrera es una actividad de alto impacto para las extremidades inferiores, si se hace un calentamiento previo, se corre con el calzado correcto y a la intensidad adecuada se puede estar alejado de lesiones.
SOLUCIÓN: Corre progresivamente de acuerdo a tus objetivos y estilo de vida. Realiza suaves elongaciones antes y después de la carrera.
PLÁTANO, SÓLO AL FINAL
MITO: El plátano combate los calambres que se presentan al final del entrenamiento o carrera.
REALIDAD: El plátano ayuda a prevenir los calambres debido a que es rico en potasio y otros minerales más no los combate al momento.
SOLUCIÓN: Incluye en tu alimentación diaria esta fruta debido a que es rico en nutrientes como la vitamina B6 y ácido fólico.
EN AYUNO ADELGAZA
MITO: Correr en ayunas te ayudará a bajar de peso.
REALIDAD: Al correr en ayunas el organismo utiliza las reservas de glucógeno por lo que provoca fatiga en poco tiempo. Además, el cuerpo reacciona ante el estrés físico con una acumulación mayor de reservas cuando tiene alimento.
SOLUCIÓN: Consume una cucharada de miel virgen, un licuado de agua con avena o una fruta antes del entrenamiento.