Ser un corredor matutino no es privilegio de todos, hay a quien le cuesta mucho trabajo vencer la flojera o encuentra muy fácil apagar el despertador y olvidarse de correr, por eso ahora te compartimos los mejores consejos para que tus carreras matutinas sean exitosas, pero antes de entrar en materia tienes que encontrar un buen motivo para hacerlo, de lo contrario cualquier táctica será fallida. Además de tener en mente la meta por la que vas a entrenar, es importante ponderar los beneficios que tiene entrenar como primera actividad del día.
Si eres un corredor que trabaja y tiene hijos, cumplir con el entrenamiento por la mañana te dará libertad para hacer actividades familiares por la tarde. Es probable que si no haces ejercicio por la mañana, al llegar a tu casa después de trabajar caigas en la tentación de intercambiar el entrenamiento por convivir con tu familia, y no hay nada de malo en eso, pero tener hijos no debe ser pretexto para no hacer ejercicio, al contrario, tu familia debe ser uno de los motivos para hacerlo. ¿Acaso levantarte temprano no suena como un regalo para ti y para ellos? Analiza pros y contras de entrenar por la mañana, ¿qué harías con las tardes libres en vez de correr? Toma en cuenta que empezar el día activo y ejercitarte al despertar tiene otras ventajas:
Cuentas con más tiempo en las tardes para socializar o convivir con tu familia.
Hay pocos motivos para faltar a entrenar, ya que en la tarde pueden surgir imprevistos.
Estudios sugieren que las personas que se ejercitan por la mañana están más comprometidas con hacer ejercicio.
Correr a primera hora de la mañana hace que estés más alerta y con energía durante el día.
Entrenar en horario matutino ayuda a ordenar los ciclos de sueño y dormir mejor.
LA ESTRATEGIA
Si no eres una persona mañanera, la buena noticia es que te puedes convertir en una, ya que tu cuerpo puede adaptarse a nuevos ciclos de descanso y alimentación.
Todos tenemos un "reloj interior" que marca el ritmo de los famosos ciclos circadianos, los cuales determinan los horarios en los que sentimos sueño, hambre o tenemos más energía. Estos se pueden flexibilizar y ajustar de acuerdo a tu rutina, a lo que comas y al adecuado descanso que le des a tu organismo.
No es un proceso de la noche a la mañana, pero se puede lograr con voluntad.
DEFINE UN OBJETIVO
Si no tienes una carrera próxima (una de 10K o un maratón), inscríbete a una.
Define un objetivo realista y alcanzable que te dé flexibilidad y te permita adaptarte a tu nueva rutina. Si te propones correr a las 5 de la mañana todos los días, cuando acostumbras despertar a las 7, puede ser un objetivo ambicioso para empezar.
Una meta alcanzable puede ser correr por las mañanas dos veces por semana.
BUSCA UN ALIADO
Invita a un amigo, pues tener un compromiso con alguien hace menos probable que falles.
Involucra a tu familia. Probablemente se tendrán que ajustar algunas actividades si tienes hijos y tengas que salir a correr antes de que ellos despierten, o bien, necesitarás de un aliado que te despierte en caso de que te quedes dormido.
LA NOCHE ANTERIOR
Investigaciones médicas sugieren que el cuerpo requiere de 7 a 8 horas de sueño para funcionar bien, pero cada persona tiene diferentes necesidades de descanso y tal vez estás acostumbrado a dormir menos. Si tu plan es despertar antes que lo habitual, será bueno que intentes irte a dormir un poco más temprano. Si quieres levantarte a las 5:30 am, lo ideal es que estés acostado a las 10:30 pm.
Aquí las tareas que debes hacer la noche antes de un entrenamiento madrugador. Toma nota:
Cena temprano. Evita alimentos grasos que requieren mayor energía para digerirse. Prefiere carbohidratos complejos y proteína (sándwich de pan integral y jamón de pavo, filete de pescado y arroz integral, verduras y queso panela).
Planea la ruta que tomarás.
Deja la ropa, el reloj y los tenis listos.
Asegúrate de que tienes disponible lo que acostumbras comer antes de correr.
Apaga las luces de tu recámara 30 min antes de irte a la cama, eso ayuda a generar melatonina (la hormona que le dice a tu cuerpo que es hora de dormir).
Programa tu despertador y uno adicional 10 minutos después de la hora a la que planeas despertar.
Crea un ritual de sueño. Algunas buenas opciones para relajarte son tomar un té, leer o meditar.
AL DESPERTAR
Suena el despertador y negocias con él "5 minutitos más"; cambia ese hábito con estos pasos para salir feliz de la cama:
1. En cuanto suene el despertador, siéntate, toma un vaso de agua y haz 10 respiraciones profundas. Rehidratarte y respirar despertará las células de tu cuerpo. Si puedes prender la luz inmediatamente, hazlo.
2. Levántate, ve al baño y lava tu cara.
3. Come un snack que "despierte" tu metabolismo. Ejemplo: un plátano o manzana y un puñito de almendras o nueces, una rebanada de pan con crema de cacahuate. Si te gusta el café, este es un buen momento para prepararte uno. Tu cuerpo reconocerá el aroma y sabrá que es hora de despertar por completo.
4. Vístete con tu atuendo para correr, tomando en consideración el clima.
5. Define un mantra o motivador y publica en tus redes sociales que estás a punto de iniciar una carrera.
EN LA LÍNEA DE ARRANQUE
Calienta antes de salir de tu casa (mueve las articulaciones y haz saltos, trotes y sentadillas por 5 o 10 minutos).
Inicia despacio con caminata o trote suave durante el primer km o 10 min.
Mientras corras inhala por la nariz y exhala por la boca (inspirarás + oxígeno). No desistas y reinicia tu meta cuantas veces sea necesario, encontrando el beneficio de despertarte para ir a correr.