Tiger Woods se encuentra esperando con ganas para participar en su primera competición de golf luego de haber sufrido accidente automovilístico el pasado mes de febrero, sin embargo, aseguró que su reaparición en el PNG Championship no significa que ya se encuentre en las mejores condiciones para jugar.
El estadounidense declaró: "Aún me queda un largo camino por recorrer en este proceso de rehabilitación", luego de haber sufrido diversas fracturas abiertas y específicamente en su pierna derecha.
"No tengo la energía para jugar al nivel que exige el circuito (...) Todavía no estoy listo", agregó.
El histórico golfista de 45 años y ganador de 15 torneos de Gran Slam, participó en el pro-am el viernes 17 de diciembre y jugará este fin de semana el torneo junto con Charlie (su hijo de 12 años). Con respecto al valor que implica esta semana, Tiger respondió: "Simplemente poder jugar y tener esta experiencia con él.
"Hay una cosa que puedo hacer, pensar en mi estrategia en el campo de golf. No puedo implementarla, pero puedo ayudar a mi hijo a pensar en estrategias para algunos de sus tiros", señaló.
Woods destacó que aún no puede caminar y recorrer todo un partido.
"Mi pierna aún no está completamente recuperada y le llevará tiempo", comentó.
Haciendo la comparación con otro tipo de lesiones, el golfista aseguró que "esta ha sido mucho más difícil, la pierna estaba bastante desordenada y como dije en Bahamas, estoy feliz de que todavía la tenga pegada al cuerpo. Está aquí aún, así que todo está bien".