La estadounidense Serena Williams, que este lunes pasó a los Cuartos de Final del Abierto de Estados Unidos, se expresó en descuerdo con las medidas anunciadas por los organizadores del Roland Garros, entre ellas que todos los jugadores tendrán la obligación de alojarse en dos hoteles pese al hecho de que habrá público en las gradas.
"Si va a haber fans, entonces deberíamos quedarnos en otro sitio", dijo la exnúmero uno en una rueda de prensa después del encuentro de Flushing Meadows en la que afirmó que ella esperaba poder hospedarse en su apartamento de París.
"Sí, qué interesante, porque no hay alojamientos privados, pero hay fans", expresó la deportista, planteando la posible incongruencia de que se fuerza a los tenistas a quedarse en dos hoteles para formar una sólida burbuja, pero se permite la entrada de seguidores a las gradas, lo que podría poner en riesgo todo el sistema de protección.
Williams, que no quiso confirmar su participación ni en el Masters de Roma ni en Roland Garros, señaló que es "muy conservadora" con las medidas para evitar la propagación del coronavirus, debido a "serios problemas de salud".
"Intento no estar en lugares públicos porque he estado en una muy mala situación en hospitales en varias ocasiones", explicó la tercera cabeza de serie del Abierto de Estados Unidos, que sufrió un embolismo pulmonar pocos días después de dar a luz a su hija Olympia en 2017.
"No quiero volver a estar en esa situación de nuevo. Intento conservar una distancia de 12 pies (con la gente) en lugar de los 6 pies" recomendados, agregó.
De cara a su participación en el Grand Slam francés, señaló que tomará "la mejor decisión" para su salud, y dijo querer hablar con los organizadores del torneo, "sólo para ver cómo va a funcionar eso con el público y cómo vamos a estar protegidos".
"Ellos tienen que tomar la mejor decisión para ellos, y yo tengo que tomar la mejor decisión para mí", subrayó.
Los organizadores del Roland Garros, retrasado a causa de la Covid-19 a finales de septiembre, anunciaron este lunes que acogerá solo 11 mil 500 espectadores cada día, frente a los 20 mil anunciados en un primer momento.