El español Rafael Nadal reveló, tras ganar su decimocuarto Roland Garros, que jugó infiltrado, que tras su partido de segunda ronda apenas podía andar y que a partir de la próxima semana se someterá a un nuevo tratamiento.
"El peor momento lo pasé tras el partido con (Corentin) Moutet, no podía andar. Por suerte, mi doctor estaba aquí y eso me ha permitido jugar infiltrado", afirmó el mallorquín a la televisión pública francesa tras imponerse por 6-3, 6-3 y 6-0 al noruego Casper Ruud en la Final.
Nadal, que con este suma 22 títulos del Grand Slam, aseguró que el problema que tiene en el pie izquierdo le está limitando.
"No puedo seguir compitiendo con el pie dormido, hay que encontrar una solución. Me encantaría seguir compitiendo, así que la próxima semana voy a hablar con varios médicos y contemplar diversas opciones. Recibiré un tratamiento y espero que me ayude", indicó.