Monterrey no pudo postularse para ser sede de los Juegos Panamericanos 2027 porque faltó una carta, la cuál se quedó esperando el Comité Olímpico Mexicano hasta el miércoles pasado a medianoche, pues ya contaba con las demás que eran requisito: la del propio COM, la del gobierno de Monterrey y la del gobierno de Nuevo León. La que nunca llegó a pesar de que la habían prometido fue la de Presidencia.
Luego de que Barranquilla, Colombia, fue retirada como huésped de los Panamericanos 2027 por incumplir contratos de instalaciones, la capital regiomontana se postuló con fuerza y logró el apoyo de las autoridades necesarias. O al menos eso creyeron los organizadores. El alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, envió en tiempo y forma la misiva firmada al COM, el organismo encargado de solicitar oficialmente la sede, lo mismo que el Gobernador de Nuevo León, Samuel García.
Mary José Alcalá, titular del Comité Olímpico de nuestro país, también tenía lista la suya. Sólo faltaba la del Gobierno Federal, cuyo aval ya había conseguido al menos de palabra Samuel García con Andrés Manuel López Obrador, al grado que el gobernador hizo pública la intención de la Sultana del Norte por ser sede del magno evento deportivo.
Esperaron y esperaron. Hasta el miércoles a medianoche se venció el plazo, pero por más que preguntaron, la carta de Presidencia nunca llegó de forma inexplicable. Y así, con Guadalajara retirada días antes de la carrera por ganar la sede, por la falta de la última carta desde la oficina de AMLO, nuestro país perdió una fuerte oportunidad de recibir de nuevo los juegos continentales. Panam Sports anunció que solo Lima, Perú, y Asunción, Paraguay, se postularon para entrar al quite.
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