El Comité Olímpico Internacional (COI) ha pedido a las federaciones internacionales que "aborden el asunto de implantar una edad mínima para competir" en los Juegos Olímpicos, de cara a París 2024 y Los Ángeles 2028.
La Comisión Ejecutiva del organismo recomendó a las federaciones que estudien este asunto "y, si es necesario, realicen los ajustes pertinentes en sus reglamentos".
Hasta ahora solo algunos deportes, como la gimnasia (16 años) o el boxeo (18), establecen una edad mínima para participar en los Juegos.
Durante los Juegos Olímpicos de Tokio del pasado 2021 se pudo contemplar el podio más joven de la historia olímpica, el femenino de skate, formado por la japonesa Momiji Nishiya, de 13 años, la brasileña Rayssa Leal, de la misma edad, y la también nipona Funa Nakayama, de 16.
Con 13 años y 33 días, Nishiya fue la tercera campeona olímpica más joven de la historia y la más precoz desde 1960.
En unos Juegos en los que la salud mental de los deportistas fue uno de los temas estrella a raíz del caso de la gimnasta estadounidense Simone Biles, que se retiró en plena competición, se levantaron numerosas voces que cuestionaron la conveniencia de proclamar a niños campeones olímpicos.
La ausencia de un límite de edad en los Juegos también da origen a algunas contradicciones difíciles de entender: deportistas como Nishiya o Leal no pudieran participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud, destinados a promesas de entre 15 y 18 años, pero sí en los Juegos de categoría absoluta.
La historia olímpica está llena de campeones precoces, sobre todo en las pruebas femeninas. Nadia Comeneci tenía 14 años cuando ganó las cinco medallas de Montreal'76 y obtuvo el primer '10' de la gimnasia; y la nadadora germano oriental Kornelia Ender tenía 13 cuando se hizo con tres platas en Múnich'72, las primeras de sus ochos medallas olímpicas.