Marcus Ericsson (Chip Ganassi Racing) logró este domingo la victoria en la 106 edición de las 500 Millas de Indianápolis al cruzar la línea de meta por delante del mexicano Patricio O'Ward (Arrow McLaren SP) y el brasileño Tony Kanaan (Chip Ganassi Racing).
Ericsson, que estuvo en la Fórmula Uno entre 2014 y 2018 con Catherham y Sauber, ganó la Indy 500 en su cuarta participación en una carrera que se resolvió en las cuatro últimas de las 200 vueltas al Indianápolis Motor Speedway. Se convierte en el segundo sueco en ganar esta legendaria carrera tras la victoria de Kenny Brack en 1999.
El escandinavo sacó tajada de una penalización por exceso de velocidad en la zona de boxes del autor de la 'pole', el neozelandés Scott Dixon (Chip Ganassi Racing), que este domingo había dominado buena parte de la carrera junto a Pato O'Ward.
A falta de cuatro giros Ericsson se puso en cabeza, pero su triunfo se vio comprometido al neutralizarse la carrera por un accidente del debutante estadounidense Jimmie Johnson, también del equipo Chip Ganassi Racing.
Después de 196 vueltas la carrera se relanzó con sólo cuatro por delante. En la corta reanudación Ericsson, de 31 años, se mantuvo en cabeza para lograr la mayor de sus victorias como piloto profesional.
En su tercera presencia, el piloto mexicano logró su mejor resultado. Tras haber sido sexto en 2020 y cuarto en 2021, el mexicano coqueteó con la victoria, pero al final se conformó con una valiosa segunda plaza a la estela de Ericsson.
El podio lo completó el veterano Tony Kanaan, ganador en 2013 y que afrontaba su vigésima primera experiencia. Selló su quinto podio en Indianápolis.
La carrera del español Àlex Palou (Chip Ganassi Racing), que acabó en la novena plaza, se estropeó en la vuelta 70 cuando marchaba líder. El actual campeón de las IndyCar Series tuvo que dirigirse a la zona de garajes para cargar combustible y cuando la iba a hacer el 'pit lane' se cerró por un accidente del británico Callum Ilot (Juncos Hollinger Racing).
Esa situación le hizo tener que parar dos veces, una para repostar y otra más para cambiar neumáticos. Cuando regresó a la pista con la carrera neutralizada mientras se retiraban los restos del coche de Ilot, Palou era vigésimo séptimo. El beneficiado por todo ello fue Scott Dixon.