Europa reconquistó el domingo la Copa Ryder, otra vez propulsada por el aliento de su eufórica afición, con Rory McIlroy como líder y Tommy Fleetwood a cargo del punto decisivo.
Los europeos afrontaron la última jornada con una ventaja de cinco puntos y sabían que ningún equipo había logrado revertir semejante déficit en el último día. Los estadounidenses le hicieron sudar, pero sólo por un instante.
McIlroy salió a jugar aún irritado por lo que percibió como un acto de irrespeto del caddie Patrick Cantlay la noche previa. El norirlandés puso a Europa al filo de la victoria al ganar su cuarto match de la semana para completar su mejor actuación en el torneo.
Y el inglés Fleetwood protagonizó el golpe para el recuerdo en el hoyo más simbólico en el campo de Marco Simone, un drive de siete metros en el 16to. Rickie Fowler mandó una pelota al agua y acabó cediendo un birdie corto para que Fleetwood le diera Europa los 14 puntos y medio que necesitaba.
Los estadounidenses venían de una aplastante victoria 19-9 sobre Europa hace dos años en Whistling Straits y cifraban muchas esperanzas de que esta vez podrían acabar con 30 años de derrotas fuera de casa. Serán 34. No tendrán otra oportunidad hasta la Ryder en el campo de Adare Manor en Irlanda en 2027.
"Quedamos muy decepcionados tras Whistling Straits. Cada uno de nosotros", McIlroy, quien acabó llorando en la última Ryder. "Queríamos venir a Roma y redimirnos. Sabía que tenía que brindar una mejor actuación esta semana".
"Creo que el equipo europeo jugó un golf fenomenal. Así de simple", señaló el capitán estadounidense Zach Johnson, con la voz entrecortada. "Estados Unidos mejorará por ello. Tenemos que aprender de la lección".
"Yo sentí que este era un equipo decidido", comentó el inglés Justin Rose. "Ha sido una actuación aplastante y maravillosa desde el primer día. Sin dar cuartel".
El español Jon Rahm ganó en el 18vo hoyo para conseguir un medio punto contra Scottie Scheffler. El inglés Tyrrell Hatton completó invicto la semana al doblegar a Brian Harman, el campeón del Abierto Británico. El noruego Viktor Hovland firmó el primer punto para el cuadro azul al ganarle Collin Morikawa.
Europa nada más necesitaba medio punto, y Fleetwood se encargó del mismo al quedar 2 arribar con dos hoyos por jugar ante Fowler.