Novak Djokovic solventó su debut en Wimbledon el martes sin demasiada complicación a pesar de ser el primero tras haberse sometido quirúrgicamente a una operación de rodilla.
En su primer encuentro desde que se rompió el menisco de la rodilla en el Abierto de Francia el 3 de junio, Djokovic nunca afrontó un punto de quiebre en el camino hacia una victoria 6-1, 6-2, 6-2 sobre Vit Kopriva en menos de dos horas en la Cancha Central.
“Muy contento con la forma en que me sentí en la cancha. Obviamente, llegar a Wimbledon este año fue un poco diferente para mí, debido a la rodilla. No sabía cómo se iba a desarrollar todo en la cancha, realmente”, dijo Djokovic. “Las sesiones de práctica son muy diferentes a los partidos oficiales. Estoy muy contento con la forma en que me sentí hoy, la forma en que jugué”.
El astro serbio acumuló 15 oportunidades de quiebre, convirtiendo seis, ante un oponente que sorteó la fase clasificatoria. Fue muy eficaza al terminar con el doble de tiros ganadores, 32, que errores no forzados, 16.
“Traté de concentrarme en el juego y no pensar demasiado en la rodilla”, dijo Djokovic.
El tenista, de 37 años, ha ganado siete de sus 24 títulos de Grand Slam en el All England Club y fue finalista ante Carlos Alcaraz el año pasado.