Tras todos clavadistas mexicanos que representaban una esperanza para la delegación nacional, fue Germán Sánchez quien alzó la mano en este deporte para volver a situarlo en el podio de unos Juegos Olímpicos.
Sánchez tuvo una excelente participación en la Final de la disciplina, celebrada en Centro Acuático María Lenk, donde, por momentos, acarició la medalla de oro.
Ni Rommel Pacheco, quien desde el trampolín de 3 metros tuvo una competencia poco destacada, hasta Paola Espinosa, que terminó en la cuarta posición en durante su rama, desde la plataforma de los 10 metros.
Los clavados regresan a la gloria olímpica y Germán Sánchez se ha convertido en el máximo exponente de este nuevo triunfo.