España se topó en su debut en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con un muro que exigía brillantez y chispa para derribarlo, y le faltaron ambas ante una selección de Egipto (0-0) que, además, se empleó con dureza sobre los futbolistas españoles y que pudo ver dos cartulinas rojas por pisotones sobre Mingueza y Ceballos, este último provocando que abandonara el campo por lesión fruto de la entrada.
El resumen de la primera parte fue: 0-0, un tiro a puerta, otro al palo y dos lesionados; peor imposible. Óscar Mingueza dejó el terreno de juego tras sufrir molestias musculares en la parte posterior del muslo izquierdo en una carrera para cortar un balón al espacio que perseguía Ahmed Yasser Rayyan.
Mientras que con Ceballos, el mejor de los 45 minutos iniciales y protagonista del tiro al palo con un buen disparo desde la frontal del área, llegó la polémica. En un duelo dividido, Taher Mohamed le pisó el tobillo izquierdo por la cara interior y se le dobló. El árbitro, al lado de la jugada, no apreció nada punible.
Le llamaron desde la sala VAR para ver la jugada y no vio motivo suficiente para enseñarle la cartulina roja al jugador egipcio. Amarilla, mientras Ceballos sonreía irónicamente tendido fuera del terreno de juego a la vez que negaba con la cabeza. Se marchó sin calzado y sin poder apoyar el pie. Su continuidad en los Juegos Olímpicos depende de pruebas en la zona cuando baje la inflamación.
Dos contratiempos que, además, complicaron la capacidad de reacción desde el banquillo a Luis de la Fuente. Con tres cambios, pero solo una ventana para hacerlos. Tras 20 minutos de segunda parte en la que no hubo reacción ofensiva y en los que lo más destacado fueron las entradas de Egipto, con otro pisotón a Pedri y un golpe con el brazo de Hegazy a la altura de la cara de Mikel Oyarzabal dentro del área, al que el colegiado no señaló nada, el técnico agitó el árbol.
Un delantero puro como Rafa Mir y Bryan Gil pegado a banda izquierda para buscar alternativas, además de la frescura de Carlos Soler en el centro del campo, pero no era el día. Como se demostró en el m.77 cuando el colegiado jordano, Adham Makhadmeh, señaló penalti sobre Miranda que finalmente resultó ser una falta al borde del área.
España lo intentó hasta el final y a punto estuvo de obtener premio en la ocasión más clara del partido. Minuto 87 y Rafa Mir remató un centro de Miranda dentro del área pequeña, sin oposición, pero le salió centrado. No suele fallarlas, pero la moneda, a excepción del sorteo inicial, no cayó del lado de España.
El empate, a la espera del Argentina-Australia, puede hacer que el partido del próximo domingo contra los australianos se trate como la primera Final de un torneo que no espera a nadie, ni a una de las favoritas a hacerse con el oro.