Mike Zimmer, entrenador de Minnesota ha logrado hacer trabajo adicional para crear la estrategia de los Vikings para la próxima temporada, pese a que está lejos de sus jugadores y de buena parte del personal del equipo.
El coach lo ha conseguido gracias a que pasa tiempo en casa con su nuevo coordinador defensivo, ese coordinador es Adam Zimmer, hijo de Mike.
De esta forma, la comunicación con uno de los asistentes clave resulta tan fácil como lanzar un grito hacia el sótano, donde suele encontrarse. Adam Zimmer, de 36 años, ha asumido también las responsabilidades de apoyo técnico para su padre, de 63 años, pero no en los Vikings, sino en la casa.
“Si no entiendo algo, puedo enviarle un mensaje de texto y decirle: ‘Ven acá a arreglar esto’”, contó Zimmer el miércoles durante una videoconferencia de prensa. “Por la noche, después de la cena, nos sentamos, se nos ocurren ideas locas y decimos: ‘Bueno, podemos hablar esto mañana con el resto de los coaches defensivos’. Pero ha sido algo bueno”.
La esposa de Zimmer falleció en 2009, cuando él era coordinador defensivo de los Bengals. Zimmer compró una porción del terreno en una zona de cacería ubicada a media hora de Cincinnati, una temporada antes de ser contratado por los Vikings.
En la propiedad, hay un green de golf y cuatro zonas para realizar tiros de salida. Adam Zimmer ha aprovechado todo eso en momentos en que las instalaciones de los equipos de la NFL permanecen cerradas y los empleados están desperdigados por todo el país.
Entre las conferencias virtuales que sostiene con jugadores y coaches, Zimmer se toma algunos descansos. Sube a su tractor y prepara las tierras para sembrar.