Aaron Rodgers y Deshaun Watson representan dos tendencias cuyos conceptos contrastan en la posición de quarterback, dos polos que aunque son opuestos, encuentran un punto en común debido al divorcio que viven con sus actuales equipos de NFL. Mientras a los Packers ignoran la necesidad de armamento de A-Rod y por el contrario, eligieron un pasador en el pasado Draft, al egresado de Clemson los Texans le desmantelaron un equipo contendiente hasta provocar su hartazgo.
Insatisfechos y con el sabor amargo provocado por la impotencia de saberse talentos desperdiciados, ambos parecen encontrar como único remedio a su calvario, una salida de sus respectivos equipos, a los que alguna vez juraron amor eterno. El originario de Georgia de tan solo 25 años es quien definitivamente no volverá a vestir más el uniforme de Houston, luego de que la elección de David Culley como nuevo entrenador del equipo de Cal McNair fuera la gota que derramó el vaso.
La salida de figuras como DeAndre Hopkins y Tyrann Mathieu fue colmando poco a poco la paciencia de Watson, quien recién evidenció su desaprobación por la elección de Nick Caseiro como nuevo gerente y que el equipo no tomara en cuenta su petición por llevar a Eric Bieniemy como entrenador en jefe, terminó por zanjar la irreparable ruptura. Ahora, Deshaun es un pez gordo asediado por media liga en la temporada baja.
Watson tiene la facultad de vetar canjes en su contrato de cuatro años por 156 millones recién firmado hace unos meses, así que pudiera tener cierto control sobre la decisión del equipo al que sería traspasado. Y aunque los Jets parecen ser el equipo mejor perfilado para adquirir al mariscal, múltiples equipos como los Dolphins, Bears, Saints, Niners, Broncos, Patriots y hasta Steelers, se encontrarían estudiando una oferta para poder adquirir a un probado pasador con envidiable proyección a futuro y comprobado presente.
En el caso de Rodgers y Green Bay, la ruptura —o no— del eventual MVP de la NFL con los Cabezas de Queso pasaría no solo por supuesta la petición del quarterback por un nuevo contrato, sino un cambio completo en la franquicia después de una segunda derrota consecutiva en el Juego de Campeonato de la NFC. Su salida podría hacer ahorrar 5.5 millones de dólares para la temporada próxima, según Over The Cap, y hasta 22 millones intercambiándolo después del 1 de junio, además de los 22.6 millones adicionales en 2022 y 283 mdd que deberá recibir en 2023.
Entre los equipos que podrían hacer un movimiento por el QB de 37 años de edad, según CBS, se encuentra principalmente los Broncos, familiarizados con canjes de este tipo con veteranos mariscales como ocurrió hace no mucho con Peyton Manning, quien los llevó a ganar su último título en el Super Bowl 50. También figurarían los Raiders, quienes a pesar de contar con un mariscal de decentes resultados como Derek Carr, no han tenido el éxito esperado y explorarían nuevas oportunidades, al igual que los Niners y su inestable Jimmy Garoppolo.