Ben Roethlisberger, de 39 años, dijo adiós al futbol americano el domingo con una derrota en postemporada ante los Chiefs 42-21 luego de jugar casi dos décadas bajo la insignia de un mismo equipo; la de los Steelers.
Dueño de dos anillos de Super Bowl, tres campeonatos de la AFC, ocho títulos divisionales; quinto en yardas ganadas por pase en la historia de la NFL, octavo en envíos de anotación, tercero en juegos como titular.
Fue el pasador más joven en levantar el trofeo Vince Lombardi, lo hizo con 23 años antes que estrellas como Patrick Mahomes, su rival del domingo, quien lo consiguió a los 24, los mismos a los que lo logró el máximo ganador Tom Brady, poseedor de siete anillos.
"Dios me ha bendecido con la habilidad de lanzar un ovoide, me ha bendecido para jugar en la mejor ciudad; Pittsburgh; con los mejores fanáticos, el mejor equipo y los mejores jugadores de futbol".
En 1998 su posición era de receptor y desde entonces portó el número siete en honor a su ídolo John Elway, el pasador de los Denver Broncos. Ya como mariscal de campo conservó el número en la Universidad de Miami, en Ohio; elegido en la undécima selección de 2004 por los Steelers; fue nombrado novato ofensivo del año y una temporada después triunfó en el Super Bowl XL.
Su despedida quedará en el Heinz Field de Pittsburgh, ante 68.000 aficionados que lo ovacionaron en la semana 17, cuando selló el triunfo sobre los Browns 26-14 con la rodilla en el césped. Duelo que lo dejó como el tercer pasador con más victorias en un mismo estadio con 98.
Roethlisberger confió en dejar una herencia antes de partir a jugar en la nieve con sus pequeños. "He estado aquí mucho tiempo y ha sido muy divertido. Espero poder pasar el legado de lo que es ser un Steeler".
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