Ben Roethlisberger tendrá la oportunidad de reivindicarse con su afición cuando visite a sus consentidos Browns en la ciudad de Cleveland. El quarterback de los Steelers tiene una dominante marca de 24 victorias, tres derrotas y un empate ante sus rivales divisionales, incluyendo la Postemporada, pero el presente de ambas organizaciones exige el despertar del Big Ben para salvar a Pittsburgh de lo que podría ser la primera campaña perdedora bajo el mando de Mike Tomlin.
A los 39 años de edad, el mariscal de campo ha comenzado a presentar los estragos del 'Padre Tiempo'. Su movilidad se ha visto disminuida de manera alarmante, el poderoso brazo que alguna vez lo postró en la elite de la NFL ya no tiene el mismo alcance e incluso ha perdido la marca de más victorias para un quarterback en el First Energy Stadium, casa de los Browns.
“Los equipos en el norte de la Conferencia Americana siempre van a ser rivales y van a dar grandes juegos. Estoy orgulloso de no ser más el mariscal de campo con más victorias en la historia de ese estadio”, dijo Roethlisberger sobre la marca que le arrebató Baker Mayfield el año pasado. El pasador de los Steelers tiene 11 triunfos en Cleveland a cambio de los 17 del capitán de la ofensiva de los Browns.
Tras la semana de descanso, Pittsburgh tiene las piernas frescas para afrontar un duelo de suma importancia ante Cleveland, que si bien es un auténtico hospital ya representa una amenaza seria para los Acereros.
El resto del calendario para el equipo de Mike Tomlin incluye dos duelos ante Baltimore, visitas a Minnesota, Cincinnati, Kansas City y encuentros ante Tennessee y una vez más Cleveland; lo que puede marcar la pauta a la primera temporada perdedora del head coach de 49 años.