Tom Brady es sin lugar a dudas el hombre récord del Super Bowl. Desde hace casi dos décadas, el mariscal de campo patriota es el más recurrente en el gran duelo de la NFL, donde ha logrado hazañas épicas, pero también ha sufrido las derrotas más recordadas.
Previo al Super Bowl LIII del próximo domingo, hacemos un recorrido por los ocho emocionantes partidos que ha disputado el que para muchos es el mejor jugador de todos los tiempos.
TOCANDO LA GLORIA POR PRIMERA VEZ
La primera aventura fue en Nueva Orleans contra los Rams. Casi novato, desfavorecido por la mayoría, Brady tuvo un juego discreto pero sin errores, con un pase de touchdown y 145 yardas aéreas. Su aportación clave fue comandar la serie ofensiva que desembocó en el gol de campo ganador de Vinatieri. Lo hizo con minuto y medio en el reloj, nada mal para un jovencito de 24 años en el escenario más grande.
CON LA MISMA FÓRMULA
Un par de años más tarde, el símbolo de los Pats viajó a Houston para enfrentar a los Panthers. Ya con unos años de experiencia, tuvo una actuación más completa para la victoria en el Reliant Stadium. En esta ocasión, Brady lanzó para 354 yardas y tres pases de anotación, con un rating de 100.5. Lo malo: tuvo su primera intercepción en el gran juego de la NFL. El final de la batalla fue una calca del SB XXXVI, con el ídolo vestido de azul dejando todo para una nueva definición entre los postes.
OFICIAL: ES UNA DINASTÍA
En el Super Bowl XXXIX New England ganó su tercer cetro en cuatro años, al superar 24-21 a Philadelphia. Este partido es el único título de los Patriots donde el llamado GOAT no fue el MVP, pues en esta ocasión el honor fue para Deion Branch. Brady añadió a su historial dos pases de TD y 236 yardas. Se fue sin intercepciones ante una sólida defensiva, contrastando con Donovan McNabb, que 'regaló' tres ovoides, el último para sellar el resultado.
LA HERIDA MÁS GRANDE
El primer descalabro para Brady llegó en el momento más doloroso posible, cuando llegaron invictos al Super Bowl XLII. El encuentro contra los Giants fue un auténtico suplicio para el egresado de Michigan, pues a pesar de lograr una conexión en las diagonales con Randy Moss, sufrió cinco capturas del frente defensivo neoyorkino y tuvo el peor rating, con 82.5.
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UNA REVANCHA QUE NUNCA FUE
Cuatro años más tarde, se le presentó una revancha en bandeja de plata a los Pats, la cual no pudieron aprovechar. Nuevamente la defensa de los Giants limitó a Brady, que ya no fue tan capturado, pero sólo aportó dos pases de anotación y 276 yardas. Sufrió una intercepción y con poco menos de un minuto no pudo revertir la desventaja en la última serie ofensiva del partido, que perdieron 21-17.
REGRESO A LA CIMA
Luego de 10 años sin alzar el Vince Lombardi, la redención llegó en la edición XLIX. Brady enfrentó a la feroz defensiva de los Seahawks, uno de sus mayores retos hasta ese momento, y terminó dando cátedra en Glendale. Lo pagó caro, pues lo interceptaron dos veces, pero se despachó con cuatro pases de TD y 328 yardas. Lo más importante: comandó dos ofensivas para remontar una desventaja de 10 puntos.
LA REMONTADA MÁS GRANDE VISTA JAMÁS
Probablemente la noche más dulce en la carrera de Brady fue en el NRG Stadium contra los Falcons. Tras ir perdiendo por 25 puntos al final del tercer cuarto, el QB le dio vida a su equipo con múltiples touchdowns y conversiones para igualar el juego y ganarlo en tiempos extras. La selección 199 de los Patriots en el Draft del 2000 registró dos touchdowns y 466 yardas, por una sola intercepción. La hazaña más grande vista en un Super Bowl le valió su quinto anillo.
BRADY NO PUEDE SOLO
El último Súper Domingo del mariscal de New England fue el año pasado, en la derrota contra los Philadelphia Eagles. Irónicamente, Brady tuvo un partido descomunal. Rompió el récord de más yardas en un Super Bowl con 505 y añadió tres pases de anotación. Su rating fue de 115.4. Desgraciadamente para su causa, la defensiva fue una coladera, y al final Brandon Graham le arrebató el ovoide en la serie donde los Patriotas buscaban la remontada.