"No me preocupo mucho por los 'haters'; de hecho los amamos porque nosotros no devolvemos el odio", dijo Tom Brady durante el Opening Day de la semana previa al Super Bowl LIII en el que los New England Patriots se mediran a los LA Rams.
Hace 17 años, precisamente en contra de los Rams, comenzó a escribirse la historia de los Patriots de Tom Brady y Bill Belichik.
Ocho participaciones en Super Bowl después, los Patriotas se vuelven a sentir poco valorados, en ese entonces, se entendía, se enfrentaban a los poderosos Rams de Kurt Warner, Mashall Faulk, Isaac Bruce, conocidos como el mejor show sobre la grama -Greatest show on turf- ,buscaban su segundo anillo en tres años y eran favoritos por 14 puntos en las apuestas, nadie daba un peso por los 'Pats', pero en aquel momento se entendía. Hoy las cosas son diferentes.
Ayer Tom Brady se despedía ante 35,000 personas en Foxboraugh el domingo bajo el grito de “seguimos aquí" y Julian Edelman sacó a la venta unas playeras con la leyenda de “apuesta contra nosotros”. A los Patriots les ha dolido que muchos pensaran que estaban acabados, que su róster era corto, que su defensa es mala, que son viejos etc. Les ha calado y eso es peligroso.
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Brady mencionó ante más de 100 cámaras que lo rodeaban en el Opening Night, que está feliz de llegar de nuevo al Super Bowl, que lo está disfrutando mucho, que ha sido un año especial, que el grupo de jugadores que tiene a su alrededor merece un título más, la derrota en Minnesota contra los Eagles los dejó sedientos y con hambre de revancha.
Si algo podría hacer de los Patriotas un equipo muy peligroso, es precisamente ellos, Tom Brady increíblemente sin nada que demostrar, quiere seguir demostrando y callando a los que pensaron que estaban acabados.