Los Packers libraron una cruenta batalla ante el ejército vikingo para quedarse con el preciado título divisional, cetro que no estaba en su poder desde 2016. Green Bay logró permanecer en la cima del Norte de la NFC gracias a una escapada de 56 yardas de Aaron Jones hasta las diagonales que amarró la victoria por 23-10 en Minnesota.
El equipo de Wisconsin conquistó su sexto título divisional de los últimos nueve años, primero bajo el mando de Matt LaFleur, quien se convirtió en el primer coach de los Cabezas de Queso que logra clasificar a Playoffs y conquistar el cetro de la división en su primera temporada al frente de los Packers en la historia de la franquicia.
Aaron Rodgers volvió a tener un discreto partido al lanzar para 216 yardas, ningún touchdown y una intercepción, misma que fue apenas la tercera del quarterback de 36 años en esta temporada. La intercepción de Anthony Harris a Rodgers provocó que se prologara la racha a 11 partidos consecutivos con robos de balón por parte de la defensiva de Minnesota, la seguidilla más larga desde 2001, cuando hilvanaron 13 juegos.
Pero Jones dio la cara por los Packers y se convirtió en el héroe de la noche gracias a sus 154 yardas y dos touchdowns, uno de ellos en un acarreo de 56 yardas que dejó en la lona a los locales.
Se trató del triunfo 62 de Green Bay sobre el equipo nórdico a cambio de 54 descalabros y tres empates en una de las rivalidades más añejas en la historia de la NFL, primero en Minnesota en cuatro años, pues desde la temporada 2015 los de la Bahía no salían victoriosos de Mineápolis.
Ahora, los Empacadores deberán vencer a los Lions y esperar resultados en espera de descansar una semana en los Playoffs. Por lo pronto, amarraron jugar al menos un partido de la postemporada en Lambeau Field.