El comisionado de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL), Roger Goodell, centró su tradicional rueda de prensa previa a la disputa del Super Bowl LIII en analizar la "polémica" jugada del Campeonato de la Conferencia Nacional (NFC) que permitió a los Rams de Los Angeles ganar el título.
Goodell reconoció públicamente que los árbitros de la Final de la NFC debieron marcar castigo en la controvertida jugada que involucró al esquinero Nickell Robey-Coleman, de los Rams, y Tommylee Lewis, de los Saints de Nueva Orleans.
El comisionado de la NFL, tras indicar que entendía la frustración de los aficionados, jugadores, directivos de los Saints, comentó que se puso en comunicación de inmediato con ellos e indicó "nunca revelo mis conversaciones privadas y es una jugada que debió marcarse. Entiendo la molestia y las emociones que deben existir".
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Sin embargo, en ningún momento de su charla con los periodistas valoró la posibilidad de haber hecho valer su autoridad como establece el artículo 17 del reglamento para que se pudiese repetir lo que faltaba de partido cuando no se señalaron las dos infracciones que cometió Robey-Coleman, choque de cascos, que le costó una multa de 26 mil dólares y la interferencia de pase.
"Nunca es algo positivo cuando se habla de los árbitros tras el partido, pero debemos recordar que son humanos y no siempre harán la llamada correcta. Son personas de gran integridad y sé que también están decepcionados", comentó Goodell, que tampoco quiso comentar el hecho que los cuatro árbitros del partido entre los Rams y los Saints residen en el sur de California.
Goodell se limitó a decir que llevan mucho tiempo analizando la forma de erradicar este tipo de errores, sin que hasta el momento hayan encontrado la manera de dar solución y más en partidos de la importancia como el que disputaron los Rams y Saints, que estaba en juego el pase al Super Bowl.
"Han existido muchas propuestas y charlas sobre ampliar las revisiones, pero hay que recordar que la tecnología no resolverá todos los problemas y el juego no será arbitrado por robots y nunca lo será", subrayó Goodell. "Es algo que tenemos que asimilar y lo que sí es importante es comprobar que en el error no hubo ninguna intencionalidad de perjudicar a un equipo determinado".