En la NFL, en la que ninguna ventaja está a salvo, ningún margen es lo suficientemente amplio y los récords ofensivos son rebasados semana tras semana en una temporada que se enfila a ser la más prolífica en cuanto a puntos en un siglo de futbol americano profesional.
Las razones para la oleada ofensiva son varias. El periodo virtual entre temporadas dificultó la creación de defensivas más unidas. La ausencia de aficionados en las tribunas favoreció a los quarterbacks visitantes. Los cambios en las reglas que parecían relajarse en cuanto a las faltas ofensivas mientras castigaban más las interferencias de pase defensivas solo sirvieron para facilitar las anotaciones. Los entrenadores que le apuestan a un enfoque analítico fueron más agresivos que nunca en jugadas de cuarta oportunidad, creando poco espacio para las defensivas que lograban frenar el ataque o dando a las ofensivas una oportunidad extra.
Todo esto ha llevado a que los equipos promedien 24.7 puntos por partido rumbo a la semana 17, más de un punto arriba del récord de la NFL de 23.4 establecido en 2013 e incluso ligeramente superior que la temporada con la mayor cantidad de puntos en la ahora desaparecida AFL (24.5 puntos por juego en 1961).
Otro enfoque tiene que ver con la calidad de los lanzadores. Hasta hace poco la liga batallaba para encontrar quarterbacks competentes, pero esa tendencia ha terminado.
Ahora que los equipos de la NFL adoptan cada vez más los conceptos ofensivos que han proliferado en el futbol americano universitario, los quarterbacks novatos tienen mayores posibilidades de adaptarse más pronto y brillar, como lo evidencia Justin Herbert, que con los Chargers ha impuesto un récord para novatos con 28 pases de touchdown esta temporada.
Herbert no está solo en la lista de lanzadores de 25 años o menos, en la cual Patrick Mahomes, Josh Allen, Deshaun Watson, Lamar Jackson y Kyler Murray están teniendo un éxito casi inmediato.
El aumento de quarterbacks más jóvenes también significa contar con una mayor cantidad de lanzadores que tienden a salir de la bolsa de protección, lo que ha llevado a la NFL a superar de antemano el récord de avance terrestre de quarterbacks con 8.754 yardas y 118 touchdowns por esa vía. Esa cifra supera por más de 3.000 yardas el total de ataque por tierra de quarterbacks registrado en 2010, el año previo a la llegada de Cam Newton a la NFL, y 38 touchdowns más que el máximo previo en una temporada, que fue el año pasado.
De los 18 equipos que llegan a la Semana 17 aún en la pelea por los Playoffs, 13 son guiados por quarterbacks que iniciaron la temporada ya sea con 25 años o menos o con 37 años o más.