En días anteriores Myles Garrett, ala defensiva de los Cleveland Browns, fue restituido de una suspensión indefinida que le impuso la NFL, por el golpe en el casco que le propinó al quarterback de los Pittsburgh Steelers, Mason Rudolph.
Y en su primera entrevista, tras conocer que podrá disputar la próxima campaña de la liga de futbol americano, Garrett aseguró que la agresión hacia Rudolph se debió a un insulto racista.
"Me llamó la palabra N. Me llamó una palabra N estúpida", señaló el defensivo para ESPN.
Minutos después de salir la entrevista al aire, el mariscal de campo negó dicha acusación a través de sus redes sociales.
"1000% falso. Mentira descarada. No lo hice, no lo hice y no diría un insulto racial. Este es un intento desagradable e imprudente de asesinar a mi personaje", redactó Rudolph.
Mike Tomlin, head coach de los Acereros, salió en defensa de su jugador y emitió un comunicado también en redes sociales.
"Apoyo a Mason Rudolph, no sólo porque lo conozco, sino también porque estaba en ese campo inmediatamente después del altercado con Myles Garrett, y posteriormente después del partido", se leyó en el comunicado.
Por su parte, los representantes de Rudolph señalaron que Garret está ahora expuesto a responsabilidad legal debido a sus declaraciones recientes.
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