El dueño de los Cowboys, Jerry Jones, negó que vaya a despedir al entrenador Jason Garrett, y básicamente rogó a su decepcionante equipo que obligue a que los rivales pierdan más balones.
La defensiva de Dallas luce bien en los rankings, pero no puede generar consistentemente jugadas que marquen la diferencia en los partidos. Y ese problema encabeza la lista de un equipo que sigue liderando la División Este de la Conferencia Nacional con una foja de 6-6, pero que está por debajo de las altas expectativas que había generado un inicio de temporada con récord de 3-0.
“Pienso que podemos lograr algunos intercambios de balón”, dijo Jones. “Vamos a tener que hacerlo ahora para ganar estos próximos partidos. ¿Pienso que es posible que eso ocurra? Absolutamente".
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“¿Considero probable que esto pase con la forma en que hemos jugado los últimos dos partidos? Coincido en que no esperaría que alguien vaya a apostar su casa a esto. Pero desde luego que creo que hay lo suficiente para hacerlo aquí. He hecho apuestas mucho más riesgosas”.
Los Cowboys tienen una diferencia de menos cinco en balones perdidos contra recuperados en los últimos cuatro partidos. Ganaron los dos duelos en los que se combinaron para siete balones entregados por los contrincantes.
“La defensa del oponente obliga a que perdamos balones y nosotros no estamos haciendo eso”, lamentó el defensive end Robert Quinn. “Se vuelve frustrante, pero hay que seguir trabajando y hacer las jugadas cuando se presenten”.