Lo que fue alguna vez rutina para Damar Hamlin, como ponerse el casco y dirigirse a la práctica, se ha convertido en algo que el safety de los Bills de Buffalo decidió festejar con una llamada a sus padres.
Eso fue lo que ocurrió la semana pasada, según contó el martes el gerente general Brandon Beane, luego que Hamlin participó en una práctica normal por primera vez en los seis meses transcurridos desde que estuvo al borde de la muerte durante un encuentro en Cincinnati.
“Simplemente estoy muy orgulloso de él y me emociona la etapa que ha alcanzado en este camino”, enfatizó Beane.
Hamlin disfrutó su primera sesión completa el 31 de mayo, en una práctica cerrada a la prensa. Después de ese entrenamiento, el jugador llamó a sus padres en Pittsburgh.
Previamente, Hamlin se había limitado a participar en prácticas individuales o estiramientos desde el 22 de mayo, cuando se abrieron las sesiones voluntarias de primavera de los Bills. El jugador de 25 años se ha empeñado en reanudar su carrera deportiva tras sufrir un paro cardíaco que requirió maniobras de resucitación en pleno partido, el 2 de enero, tras realizar un derribo que parecía ordinario frente a los Bengals de Cincinnati.
El colapso escalofriante derivó en que la NFL cancelara el partido. Hamlin pasó 10 días recuperándose en hospitales de Cincinnati y Buffalo.
