Los Kansas City Chiefs se convirtieron en el primer invitado del Super Bowl LVIII tras vencer 17-10 a los Ravens en un partido donde destacó la actuación de la mancuerna Mahomes/Kelce.
El equipo al mando de Andy Reid dio un golpe de autoridad y dio una nueva muestra de la dinastía que está construyendo en la NFL, pues jugará su cuarta final desde 2019.
Sin embargo, el camino este año no ha sido nada sencillo para los Chiefs, pues tuvieron que superar a tres duros rivales que fueron de los mejores de la temporada.
La campaña regular no fue la mejor para Kansas City, por lo que su aventura en Playoffs tuvo que arrancar desde la Ronda de Comodines tras no asegurar semana de descanso.
En esa instancia, se enfrentó a unos enrachados y explosivos Miami Dolphins, a quienes dominaron y vencieron con autoridad.
Posteriormente, se vieron las caras con los Buffalo Bills, un duelo más que atractivo debido a la rivalidad deportiva que se ha formado entre Patrick Mahomes y Josh Allen, y aunque conseguir el triunfo fue una tarea más difícil, lograron completarla.
En la antesala al Super Bowl, se midieron ante los Baltimore Ravens, sin duda el rival más complicado. No obstante, volvieron a hacer de las suyas y salieron triunfantes pese a no ser los favoritos.
El próximo 11 de febrero, la franquicia disputará su sexto SB, donde buscará levantar el trofeo Vince Lombardi por cuarta vez en la historia y su tercera en la era Mahomes.
