La gloria de ganar un Super Bowl está reservada para un puñado de quarterbacks que ven en aquella hazaña el fruto del trabajo duro y los años de sacrificios por conseguir esta meta. Mientras que para Tom Brady el ganar el trofeo Vince Lombardi a estas alturas parecería algo inhumano, para Patrick Mahomes representaría el comienzo de un camino que busca desbancar al veterano mariscal de campo en los libros de historia.
Brady y Mahomes comparten un lugar privilegiado en la lista de pasadores que han logrado ganar un Super Bowl como titulares. A los 25 años que tiene el quarterback de los Chiefs, Brady sumaba el mismo número de anillos de campeonato. Sin embargo, los números del MVP del 2018 son mucho mejores en su joven carrera.
Más allá de las yardas, los pases completos y las anotaciones, el duelo entre estos dos portentos de la posición de mariscal de campo representa el relevo generacional en la NFL. Sería descortés afirmar que Brady pertenece al pasado y atrevido asegurar que el futuro es Mahomes (por más que así parezca ante los ojos del mundo), la realidad es que ambos son la cara actual de la Liga deportiva más importante del mundo.
En pleno 2020 Mahomes (27) y Brady (25) están peleando por llegar a los 50 pases de anotación en la temporada y la competencia es reñida a pesar de los 18 años de diferencia entre uno y otro. Precisamente ellos, junto con Peyton Manning, integran la lista de jugadores que han rebasado esta marca, conseguirlo dos veces es algo que jamás se ha visto y posiblemente no vuelva a suceder.
La visita de los Chiefs al Raymond James Stadium puede ser una probada de lo que muchos anticipan como el enfrentamiento que podría darse en el Super Bowl LV, precisamente en esta sede. Si Brady quiere pelear aún el liderato de su división y descansar la primera semana de playoffs, como está acostumbrado, tendrá que pasarle por encima al poderoso equipo de Kansas City.