La abanderada de la delegación mexicana para Río 2016, Daniela Campuzano, se dijo contenta de portar el lábaro patrio en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos y confía en que, con su participación, crezca el interés por su deporte y haya más apoyo para quienes quieran practicarlo.
"Estoy orgullosa de representar a gente que admiro tanto, a otros deportistas que me tocó ver desde que era chica en la tele. Todo esto ha sido muy positivo, creo que muchas personas que no conocían el ciclismo de montaña ahora lo van a voltear a ver y para mí es algo muy bueno, muy importante y sobre todo para las generaciones que vienen que tengan más apoyo", expuso la ciclista tricolor.
La primera mexicana en clasificar a unos Juegos Olímpicos en ciclismo de montaña se proyecta dentro de las 10 mejores del mundo en su debut dentro de una justa veraniega.
"El mayor reto es mi mente, vencer los nervios, pero me siento tranquila. Sé que me he preparado lo mejor posible, sé que voy a dar lo mejor de mí y creo que eso es lo más importante.
"El haber clasificado ya es un gran paso y para mí llegar en el top 10 sería un resultado que me haría sentir muy feliz", mencionó Campuzano.
Ser abanderada modificó el calendario competitivo de la nacida en la Ciudad de México, quien ya no asistirá a la última prueba de la Copa del Mundo.
"Ahora tendré más tiempo para aclimatarme, que creo que será algo muy importante sobre todo en mi prueba porque estamos como ahora y media bajo el calor haciendo el máximo esfuerzo, entonces estar aquí matado es una gran ventaja", reconoció.
Campuzano, de 29 años, conquistó el décimo primer lugar en Lenzerheide, Suiza, su mejor resultado en una Copa del Mundo.
"Ha sido ideal, me posiciona para arrancar en la segunda fila en la competencia en Río, que es algo que era lo que tenía pensado y es muy bueno para mí", mencionó.
La monarca del Campeonato Panamericano de Ciclismo de Montaña Colombia 2015 competirá el próximo fin de semana en el Campeonato Nacional de Amealco, Querétaro, posteriormente continuará su preparación en Huasca de Ocampo, Hidalgo, para viajar a Río de Janeiro rumbo al sueño olímpico.