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Cuando Eli Manning habla, los Gigantes de Nueva York escuchan.
En un desacostumbrado discurso a media semana, el una vez Jugador Más Valioso del Super Bowl le dijo el martes a sus compañeros de equipo que se ocupen de sus asuntos personales pronto, para que puedan concentrarse en el encuentro contra los Patriotas de Nueva Inglaterra en la "Súper Revancha" del 5 de febrero en Indianápolis.
En otras palabras, les dijo que usen las próximas 48 horas para comprar boletos para la familia y amigos, reservar vuelos y habitaciones de hotel y que se presenten el jueves listos para comenzar a entrenar.
Manning parecía estar listo desde el martes. Tenía poco que decir sobre las veintitantas veces que los 49ers lo golpearon o derribaron durante su victoria del domingo por 20-17 en San Francisco por el título de la Conferencia Nacional.
El quarterback de 30 años dijo que había entrenado y que se sentía bien cuando se le preguntó sobre su salud. Estaba más preocupado por que los Gigantes estuvieran listos para enfrentar de nuevo a Tom Brady y compañía.
"Les hablé un poco sobre cómo prepararse para esto", dijo Manning, uno de 15 Gigantes que jugaron en la victoria sobre Nueva Inglaterra en el Super Bowl XLII. "Arreglen lo de los boletos y las cosas que tengan pensado hacer esta semana. Debemos tener una gran preparación. Preparen esta semana como si fueran a jugar esta semana".
Manning dijo que la semana previa al Super Bowl tiende a desajustar a los equipos porque tienen que viajar en autobús a las prácticas y sus rutinas se alteran. El quarterback cree que los Giants tendrán 95% de su plan de juego practicado para el sábado y que revisarán las cosas en la semana que estarán en Indianapolis.
"Una vez que estemos ahí, todos se sentirán bien por cómo estamos haciendo las cosas, y entonces será como un ensayo general", dijo Manning.