SALVADOR RODRÍGUEZ
Angelo Dundee se convirtió en el hombre que terminó de pulir la joya que representaba Muhammad Ali. Fue el hombre que siempre estuvo cerca y que todavía el sábado durante su fiesta de cumpleaños, el legendario entrenador de 90 años visitó al ex boxeador en el Muhammad Ali Center en Louisville, Kentucky.
Hace un par de años, RÉCORD tuvo la oportunidad de hablar con Dundee, y ahí aseguró que no habrá nadie como Ali en la historia, sobre todo porque era un peleador que reunía absolutamente todo lo que un entrenador busca en un boxeador, habilidad para quitarse golpes, punch, rapidez, inteligencia y mucha disciplina.
"Por algo Ali es y seguirá siendo el más grande”, dijo entonces Dundee. "Era un peleador que tenía todo lo que un entrenador puede soñar, era disciplinado, tenía talento y además tenía un carisma sin igual”, recordó Angelo, quien ahora vive en Florida.
"Obviamente Ali se dejó llevar por el momento y quizá perdió un par de peleas que jamás debió perder, pero era grande como él solo, hizo cosas que la mayoría pensaba que no podían lograrse, le dio brillo a la división y eso es algo que todos le agradeceremos”, señaló entonces.
El sábado pasado, Dundee reveló que Ali le había pedido que lo llevara al gimnasio. "Eso es justo lo que más anhelo, estar en el gimnasio con Ali, es algo que extraño y que de nada más imaginarlo fue algo grandioso”, señaló a las agencias.
Angelo es reconocido como uno de los más grandes entrenadores de todos los tiempos e integra el Salón de la Fama del Boxeo Internacional, al lado de grandes como Eddie Futch y Nacho Beristáin, a quien además considera como su gran amigo.