La cuarta fue la vencida para Novak Djokovic, quien fue exigido al máximo por un Andy Murray impetuoso, que nunca bajó los brazos pero que hoy fue doblegado por el número uno del mundo.
Nole conquistó el primer Roland Garros de su ya de por sí exitosa carrera; el serbio se mantuvo ecuánime durante las casi tres horas de juego, pero no pudo contener la emoción apenas la pelota dejó de saltar.
Djokovic completó los cuatro grandes del tenis en 2016, a sólo un año de haberse coronado en el Abierto de Australia, Wimbledon y el US Open; exhausto, festejó tendido sobre la arcilla.
A lo largo de los cuatro sets en juego, Nole sorprendió con lo mejor de su repertorio para dejar en claro que hoy por hoy es el mejor tenista del orbe.
La corona llegó tras un último set más que apretado, que al final se definió por 6-4 pese al evidente desgaste de ambos contendientes; el tenis ya tiene una leyenda, y sí, es de Serbia.
