Un héroe siempre muere de pie en el campo de batalla y en la lucha libre, eso no es la excepción. Hace dos años, el Hijo del Perro Aguayo dejó su vida sobre un ring, situación que su amigo y compañero, Damián 666, calificó como un final ‘inmejorable’.
“Como luchadores estamos conscientes de lo que nos puede quitar este deporte, pero si algo me queda claro es que Pedro no pudo morir de una mejor forma que arriba del ring, era su pasión y lo que quería hacer siempre”, aseguró el luchador a RÉCORD sobre el trágico accidente de 2015.
Damián, uno de los iniciadores de los Perros del Mal en 2004, expresó que con su muerte, el vástago del ‘Can de Nochistlán’ elevó a leyenda a una gran dinastía y marcó, con su entrega, un ejemplo a seguir para los gladiadores jóvenes.
“Pedro acabó con grandeza el legado que le dio su padre y lo hizo con una personalidad completamente distinta. Sí, lo perdimos, pero creo que muchos luchadores quisieran terminar así, porque le damos todo a este deporte. Él nos dio un ejemplo del lugar a donde queremos llegar como profesionales”, agregó el veterano peleador de 55 años.
El ahora miembro de la ‘Familia Fronteriza’ indicó que aunque el ‘Perrito’ era muy joven, le sorprendían sus capacidades para liderar la agrupación y, sobre todo, que nunca se rindió a pesar de las adversidades que vivieron cuando comenzó ‘La Jauría’.
“Recuerdo a mi amigo por sus enseñanzas, era un joven emprendedor con una gran iniciativa, logramos muchas cosas juntos por muy complicado que fuera. Cuando comenzó la agrupación nos quisieron frenar, pero el invirtió y confió, tanto que las dos grandes compañías de México sintieron como les venía un terremoto”, finalizó Damián.