Una de las mayores hazañas del deporte que puede presumir el Estadio Azteca, ocurrió el 20 de febrero de 1993, cuando Julio César Chávez convocó a 132 mil 274 personas para presenciar la victoria por nocaut técnico que tuvo frente al estadounidense Greg Haugen, y que a la postre se convirtió en ‘Récord Guinness’ por el mayor número de asistentes para una pelea de Título Mundial.
“La recuerdo con mucha pasión, con mucho orgullo porque representaba mucho para mí. Estaba nervioso porque sentía que iba a pelear con un estadio casi vacío, esperaba unas 20 mil o 30 mil personas, a lo mucho 40 mil, pero se rompieron todas las expectativas y fue algo impresionante, increíble”, dijo el expugilista a RÉCORD.
Julio no tuvo oponente. Dominó a Haugen de principio a fin, hasta que en el round quinto, el réferi Joe Cortéz detuvo el combate por la nula respuesta del retador ante la golpiza que le estaba propinando el monarca, que estaba molesto por la forma de expresarse de su rival, quien previamente dijo que Chávez derrotó sólo a taxistas y que los aficionados mexicanos no tendrían dinero para un boleto.
“Estaba muy molesto con Haugen porque me ofendió mucho, ofendió a los mexicanos, dijo que yo había peleado con puros taxistas, peleas arregladas y me estuvo atacando mucho, aparte me caía gordo y no pensé en noquearlo, pensé en darle una golpiza y lo noquearía cuando yo quisiera y así fue.
“Parece que la hice fácil pero la realidad es que los primeros dos rounds los hice muy bien, después del tercero al cuarto round me cansé porque estaba muy presionado, tirando los golpes con mucha potencia, estaba muy tenso y lo que hice fue relajarme, en el séptimo salí a noquearlo”, dijo.
El Coloso de Santa Úrsula fue testigo de la victoria 85 para el sonorense y la defensa 11 del Campeonato Superligero del Consejo Mundial de Boxeo que conquistara al derrotar en diez episodios a Roger Mayweather, cuatro años atrás en Inglewood, California.