La Liga Mexicana de Beisbol (LMB) vive momentos de gran tensión ante la posibilidad latente de que cuatro equipos (Diablos Rojos del México, Guerreros de Oaxaca, Tigres de Quintana Roo y Sultanes de Monterrey) abandonen el circuito por el desacuerdo ante la normativa referente a los peloteros de doble nacionalidad.
En primera instancia la LMB informó que las cuatro organizaciones mencionadas había optado por abandonar el circuito al ser rechazada su propuesta de presentar un proyecto que limite el número de jugadores de doble nacionalidad, sin embargo, los propios equipos señalados negaron haberse salido de la liga.
"Decidieron que mejor se iban, de la liga, no abandonaron la asamblea; Carlos Peralta (dueño de Tigres) dijo: 'me voy de la LMB', Alfredo Harp (dueño de Diablos y Guerreros) dijo lo mismo y Pepe Maiz, de Monterrey, siguió diciendo lo mismo, que se retiraban de la liga. Hay un sisma ahora en liga", dijo José Antonio Mansur, directivo de los Rojos del Águila del Veracruz y presidente del consejo directivo de la LMB.
Por su parte, tanto Maiz, como Roberto Mansur, directivo de Diablos, negaron esta afirmación y puntualizaron que solo se retiraron de la asamblea ya que no estuvieron de acuerdo en la forma en que se estaba llevando a cabo, sin embargo, no aseguraron que jugarán en la LMB en 2017 y mencionaron la posibilidad de una nueva liga.
"Diablos va a jugar, en dónde, no lo sabemos pero Diablos va a jugar (...) No solo es Diablos quien está en desacuerdo, somos como diez equipos que no estamos de acuerdo con la política (de la LMB), a lo mejor hacemos otra liga", dijo Mansur.