El equipo de Golden State quiere trascender en la NBA y superar las 72 victorias por 10 descalabros que impuso Chicago en la temporada 1995-1996, y para ello tendrán casi un mes para lograrlo.
A esta altura de la campaña, en comparación con la que comandó Michael Jordan a mediados de la década de los noventas, los Warriors tienen un triunfo más que el récord que habían obtenido los Toros de Phil Jackson. Con 65 partidos jugados, el cuadro de Stephen Curry mantiene la marca de 59-6; un triunfo más que lo hecho por Chicago.
Golden State está a punto de hacer historia en la Liga al dejar atrás una etiqueta que se ha mantenido por 20 años. Para hacerlo, restan 17 partidos a la campaña que brindan poco margen de error. Los dirigidos por Steve Kerr tienen que ganar 14 encuentros, por lo tanto, Warriors tiene que jugar con un nivel que toque la excelencia en cada duelo.
En la búsqueda del éxito, Golden State tienen la ventaja de disputar 11 duelos en el Oracle Arena, por lo que tendrán que ir por una tercia de triunfos en calidad de visita. Sin embargo, esta ruta luce más que complicada al tener una gira de tres partidos como foráneos en canchas como la de San Antonio, Dallas y Memphis.
Los comandados por Curry ya saben lo que es perder de visita con Mavericks, ya que Dirk Nowitzki y compañía les propinaron su segunda derrota en la campaña.
Warriors tendrá que demostrar que quiere hacer historia cuando pise suelo ajeno, así como lo hicieron los propios Toros de Jordan que obtuvieron siete victorias en sus últimas ocho salidas, tras tener nueve juegos en casa.
Los ya clasificados a Postemporada podrían empatar el sueño frente a Minnesota el 5 de abril y dos días después colarse a los libros de historia cuando reciban a los históricos Tim Duncan, Manu Ginóbili y Tony Parker.
