El jugador de los Minnesota Timberwolves, Zach Lavine, se consagró como el rey del concurso de clavadas de la NBA en su edición de 2016 gracias a su sorprendente capacidad atlética; sin embargo, la decisión del jurado no convenció a todos los aficionados del deporte ráfaga.
El número 8 de los Wolves causó furor con su último enceste, en el que saltó desde la línea de tiros libres, pasó el balón entre sus piernas, y encestó a una mano con una violencia descomunal, suerte que dejó atónitos a los asistentes del evento.
Pese a la gran actuación de LaVine, algunos de los espectadores tuvieron como favorito de la competición a Aaron Gordon, del Orlando Magic, quien trabajó una serie de encestes impresionantes junto a la mascota de su equipo.
Gordon realizó infinidad de clavadas con un colorido inimaginable, tanto por su célebre acompañante, como por los números que realizó, ya sea utilizando una hoverboard o saltando por encima de su afelpado compinche.
La contienda fue tan reñida que tuvo que definirse a través de una 'muerte súbita' en la que cada punto marcaría la diferencia; ninguno de los finalistas parecía dispuesto a ceder un resquicio de oportunidad al otro, pero fue la potencia del de apenas 20 años la que le convirtió en Bicampeón del torneo realizado año con año.