La rudeza del Legado del Fantasma se hizo presente en la segunda noche de NXT Take Over: Stand & Deliver. Raul Mendoza y Joaquin Wilde ayudaron a Santos Escobar para derrotar a Jordan Devlin y convertirse en el único campeón peso crucero de NXT, acabando así con la polémica alrededor del título.
El mexicano más importante en WWE en la actualidad ha confirmado su gran momento y el Legado del Fantasma sigue creciendo como agrupación dentro de la marca amarilla. Escobar y Devlin dieron un combate que dará de que hablar durante toda la semana de Wrestlemania 37 debido a los spots que ambos utilizaron en la lucha.
Más allá de la intervención de Mendoza y Wilde, el mexicano y el irlandés dejaron el alma en el ring. La estipulación que decidió Shawn Michaels resultó ser todo un éxito pese a la inexperiencia de ambas superestrellas en este tipo de luchas.
Escobar celebró su triunfo con el Legado del Fantasma y su hijo, quien se puso la máscara del Hijo del Fantasma similar a la que utilizó su padre cuando se proclamó campeón peso crucero de NXT en el 2020. El oriundo de la Ciudad de México es el primer campeón mexicano en WWE desde que Andrade ganó el Campeonato de los Estados Unidos en diciembre del 2019.