A finales de la década de los 80s la afición de la lucha libre estaba dividida entre el carisma que desbordaba Konnan y la rudeza del Perro Aguayo, quienes le regalaron al público combates que quedaron marcados en la historia de este deporte.
En el 75 aniversario del nacimiento del ‘Can de Nochistlán’, el cubano recuerda las enseñanzas de su rival, a quien considera “como un padre” para él.
“Mis respetos para él. Sin el Perro yo no hubiera sabido cómo cobrar, cómo comportarme, no hubiera sabido cómo ser un profesional. Él fue un amigo, compañero, como un padre y yo siempre le voy a tener un gran cariño y respeto”, declaró Konnan en entrevista con RÉCORD.
Durante los últimos años de su carrera, El Perro Aguayo mantuvo grandes encuentros contra el cubano. De igual manera y aunque no es muy recordado por muchos, lograron hacer una gran pareja a principios de los 90s. De todas esas funciones en las que recorrieron toda la república, Konnan se llevó un gran aprendizaje y el aprecio entre ambos era mutuo.
“A Konnan le tengo respeto, siempre de lo he tenido, aunque haya sido mi más grande enemigo. Lo reconozco como un gran luchador. Nuestra rivalidad fue puramente deportiva, como buenos deportistas que somos”, declaró el ‘Can de Nochistlán’ en una entrevista en 1992 con Lola Miranda Fascinetto.
El paso de Aguayo por la vida de Konnan dejó una huella imborrable. La lealtad y cariño por su familia es una de las cosas que más recuerda el cubano sobre su rival, compañero y amigo.
“Era un increíble padre, esposo y amigo. Son de esa gente que te deja huella en tu vida, que te marcan de por vida por la manera que son”, aseguró.
Para muchos el Perro Aguayo es el mejor rudo en la historia de la lucha libre mexicana y posiblemente uno de los máximos exponentes de nuestro deporte a nivel mundial. Sin embargo, Konnan no se atrevió a afirmar que es el mejor de todos los tiempos, pero sí de su época. “Yo no conozco toda la historia mexicana (de la lucha libre), pero de lo que yo viví sí (fue el mejor rudo)”, concluyó.